14 enero, 2014

Tapas por vidas. Reciclaje contra el cáncer en Venezuela

Fuente: https://www.facebook.com/tapasporvidasvenezuela

Tapas Por Vidas es una asociación civil sin fines de lucro que en sólo seis meses han creado uno de los movimientos de reciclaje más súbitos y contundentes que el país ha visto en los últimos años.

La iniciativa es sencilla, recolectan las tapas de las botellas plásticas y se entregan para su posterior reciclaje. Los fondos que se produzcan son asignados en su totalidad a organizaciones que luchan contra el cáncer en niños, ofreciendo de esta manera tratamientos e insumos a aquellos que realmente lo necesitan. 

Andrea y Anel. Fuente: https://www.facebook.com/tapasporvidasvenezuela

Sus fundadoras, Andrea Giugliano y Anel Suárez comenzaron Tapas Por Vidas en julio del 2013 en Valencia, Edo Carabobo. Ahora, gracias a las jóvenes universitarias no es una exageración afirmar que en cada rincón de Venezuela se están recolectando tapas plásticas. Panaderías, empresas públicas, colegios, universidades, farmacias, tiendas, restaurantes; son sólo algunos de los puntos comunes donde podemos encontrar los contenedores de tapitas. Manejan actualmente cerca de 150 puntos de recolección en todo el país (cifra al momento de realizar esta nota). 

Las redes sociales han sido el arma secreta de su éxito, las mantienen actualizadas con la información necesaria para que la gente lleve las tapas a su punto más cercano. 

Redes sociales de Tapas Por Vidas: facebook y twitter. (@TapasPorVidasVe)


Su vertiginosa inmersión en el mundo del reciclaje les ha servido a las chicas para entender por qué el reciclaje en Venezuela es tan escaso, En una breve entrevista, Anel comentó -“además de la casi inexistente infraestructura y cultura de reciclaje, el principal inconveniente es que no hay sistemas que se encarguen del transporte y distribución de los desechos reciclables de forma masiva“


Las personas que se ofrecen como punto de acopio (siempre que cumplan los requisitos) deben individualmente hacer llegar las tapas recolectadas al almacén en Valencia, este proceso es tedioso y poco eficiente. Uno de los pasos más importantes que la organización ha logrado es precisamente convertirse en asociación civil sin fines de lucro, título que les aumenta las posibilidades de evolución. “Para el 2014 queremos consolidar los transportes de las tapas, que es la parte más difícil. Siendo Asociación Civil podemos trabajar con empresas de transporte para que de forma voluntaria (enmarcada dentro de la ley de responsabilidad social empresarial) puedan colaborar con nosotros“ - manifestó Suárez. 

Su esquema de trabajo es innovador, al menos en el ámbito ecológico del país. Las chicas trabajan cada día para que su iniciativa sea sustentable y hasta ahora han logrado motivar masivamente a una sociedad ecológicamente indiferente con una causa noble y admirable. Tapas Por Vidas bien puede ser la organización vanguardista para lograr el “reciclaje sistematizado“ que, entre tantas cosas, le hace falta a Venezuela.

22 abril, 2013

Feliz día, tierra

Hoy no sólo es el día de la tierra, también es el primer aniversario de esta aún humilde y pequeña propuesta para la consciencia ambiental, Aire que respiro.

“El mundo cambia con tu ejemplo, no sólo con tu opinión“

04 abril, 2013

Contaminación Visual, algunas reflexiones.

De todas las formas de contaminación inventadas por el hombre moderno la visual es tal vez la más sutil. Va mermando suavemente nuestra capacidad de apreciar el entorno mediante una siempre creciente pared de anuncios que de alguna manera están puestas allí para cautivar suave o violentamente los sentidos del consumidor, que somos todos.
           
Existen básicamente dos tipos de contenidos, los que nos interesan (lo que deseamos ver) y los que no nos interesan, que en teoría viene siendo lo que alguien más colocó allí creyendo que podría interesarnos, a esto le llamamos publicidad.

El propósito de la omnipresente publicidad es la de vender. En un mundo que gira a fuerza de dinero no resulta extraño ver por ejemplo anuncios de restaurantes solapando la vista a una preciosa catedral gótica de un pequeño pueblo en la Europa del este, la gente siempre necesitará comer y como la catedral recibe 5.000 visitantes diarios en temporada alta resultará muy conveniente colocar el anuncio lo más cerca posible de nuestro monumento milenario. Con esto no se quiere plantear un asunto de moralismos sino señalar que permitimos la invasión de nuestro espacio cada vez más todos los días. La carga visual a la que está sometida una persona del pequeño pueblo no será la misma a la de alguien que vive, por ejemplo, en Nueva York; sin embargo, proporcionalmente hablando el efecto es muy similar. Una persona que ha llevado toda su vida rodeado de anuncios las veinticuatro horas del día, tarde o temprano perderá la capacidad de escapar física y psicológicamente de un entorno así, será incapaz de lograr apreciar plenamente las bellezas naturales que existen en este mundo y por último perderá el interés de conservar la naturaleza que poco aprecia. Mayor disfrute encontrará en su cotidianidad, en un jugoso big mac o comprar esa prenda de la última temporada.

Estamos todos los días enfrentados a una sobrecarga de graffitis, vallas publicitarias, anuncios en medios impresos, el internet abarrotado de anuncios, líneas eléctricas y de material de campañas electorales --Últimamente demasiado frecuentes en Venezuela-- que termina siendo “basura electoral” en las calles. Esa sobrecarga tiene un impacto psicológico fuerte, perjudicial para la salud. No podemos pretender acabar con el marketing y el capitalismo moderno, pero es necesario ser conscientes de la agresión visual a la que estamos sometidos día a día (al menos en las ciudades).

Quizás por ahora a la mayoría de las personas no les molesta tanto anuncio, quizás les parece monótono ver el mismo cielo, mar o montaña todos los días. Sólo esperamos no tener que esperar a que la sobrecarga sea insoportable para hacer algo.


Un planeta convertido en basura es más difícil de recuperar que uno, aún, natural.

17 febrero, 2013

No más cornetazos





Las bocinas fueron adaptadas a los vehículos con la finalidad de advertir cualquier situación riesgosa en el camino. Con la sobre-población vehicular  que hay actualmente en las grandes ciudades del mundo las cornetas de los vehículos son sinónimo de caos. 

Existen muchas razones por las que la gente toca su bocina. La primera, y más sensata, es para alertar. Bien sea para evitar accidentes de cualquier tipo o anunciar alguna anomalia en el camino como cambios en señales de tránsito. Si bien se justifica el tocar la bocina para evitar un accidente, no pasa lo mismo cuando decidimos sumar nuestra voz a las otras 10 bocinas que ya están alertando el cambio a luz verde de hace 4 segundos, en este caso la alerta debe ser preferiblemente corta y clara, un cornetazo contínuo y desesperado es simplemente innecesario.

La rabia es la principal causa del porqué la mayoría de los conductores tocan su bocina y lo que muchos no toman en cuenta es que puede propiciar violencia, uno no puede saber a que clase de persona se le está reclamando desenfrenadamente y que tipo de cosas podría hacer. Quizá después de un mal día las personas drenan su frustración ante el tráfico intenso a través de su bocina pero eso no justifica que los peatones, demás conductores y las personas que viven cerca de calles y avenidas principales tengan que sufrir ese descontento todos los días. Tocar la bocina no hará que el tráfico se disipe ni que la persona que tenemos en frente aprenda a manejar automáticamente. 



Debemos ser capaces de abstenernos de tocar la corneta a pesar de la rabia que podamos sentir, no solo contribuimos a la “paz“ de la ciudad si no que conservamos la paz propia, que es más importante.



Una solución? Eliminar o reducir el origen del ruido. 
Quizá es un poco extremo (y hasta inseguro) pasar una ley que prohiba las bocinas en los automóviles, pero si puede incentivar con vehemencia a que los conductores reduzcan su porcentaje de bocinazos a el mínimo justificable.

El éxito de la idea radica en la participación de los pilotos de vehículos automotores. Si cada conductor es consciente del ruido molesto que es capaz de ocasionar con la bocina de su vehículo y se abstiene de producirlo, podriamos tener ciudades menos caóticas, por no decir que un poco más pacíficas.

18 diciembre, 2012

Datos sobre la deforestación en Venezuela




Bosques en el mundo (Zonas en verde)




El informe de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (FRA) de la Organización de agricultura y alimentación de la Naciones Unidas (FAO) es el resultado del monitoreo de los bosques del planeta en intervalos de 5 a 10 años. Para 233 países indica estatus actualizados, tendencias de gran variedad de variables, manejo de recursos, funciones socio-económicas, tipos de bosques, entre muchos otros datos. Para el período 2000-2010 los porcentajes de pérdida de bosques en el planeta se redujeron significativamente con respecto a los del periodo anterior (1990-2000).  Siendo el último de -5.2 millones de hectáreas pérdidas por año (hasta el 2010) comparados con -8.3 millones de hectáreas por año hasta 2000. 


Cambio anual en áreas boscosas por país. Venezuela pierde entre 250.000 y 500.000 hectáreas anualmente.



Según la FAO, la reducción de los bosques puede ocurrir de dos maneras, por deforestación o por desastres naturales. La primera es la que más peso tiene, implica la eliminación deliberada de áreas boscosas ya sea para darle otro uso a la zona (para agricultura o urbanismo) o para procesos de producción y comercialización de madera.

En el último periodo (2000-2010) Venezuela fue añadida a la lista de los 10 países que más deforestan en el mundo, con un promedio de 288.000 hectáreas de bosque al año alcanzamos una alarmante disminución neta de 11.1% del total de nuestros bosques en sólo 10 años.


Los diez países con mayor pérdida anual neta de bosques. Periodos 1990-2000 y 2000-2010

Se muestran también datos dobre los niveles de recursos humanos por unidad de área boscosa. Estos niveles indican la cantidad de personal por cada 100.000 hectáreas, es decir, son un indicador parcial de la capacidad institucional para atender las necesidades en áreas boscosas. 
Venezuela presenta la menor cifra global de recursos humanos para bosques con sólo 0.17 responsables por cada 100.000 hectáreas (lo que vendría siendo aproximadamente 1 responsable por 600.000 hectáreas de bosque). Mas adelante se muestran cifras específicas de recursos humanos en instituciones públicas dedicadas a la supervisión de bosques, donde se observa que casi el 100% de los bosques naturales del país están gestionados por entidades públicas.  Venezuela registró un total de 57 empleados/responsables para todo su territorio boscoso (cifra mostrada en tabla “Human resources within public forest institutions“ Recursos humanos para instituciones publicas forestales. 2008).

Un país que está entre las 20 naciones con mayor diversidad del mundo no debe tener una supervisión tan pobre.


Tabla de gestión y derechos de propiedad de los bosques



El informe contiene datos adicionales que contienen información específica de lo relacionado con los bosques de cada país del mundo, sin embargo en la gran mayoría de estas no aparecen datos correspondientes a Venezuela. Algunas de las tablas del informe de evaluación de recursos forestales donde Venezuela no provee información son:
  1. Manejo de Bosques y estatus legal
  2. Características de los bosques
  3. Tendencias en la extensión de bosque primario
  4. Tendencias en la extensión de bosques plantados
  5. Inventario creciente en bosques y otras áreas
  6. Tendencias del inventario de carbón en bosques de biomasa viva
  7. Areas boscosas afectadas por fuego y otras causas
  8. Tasas de empleo en sector forestal
  9. Ingresos por bosques y gasto público en el sector forestal

Que no se suministre información sobre aspectos tan básicos como las características de los bosques, tendencias de crecimiento, áreas destruidas, ingresos, etc, puede ser visto a los ojos de quién lee el informe como simple negligencia. Claro que sería interesante conocer los motivos reales del porqué no se proporcionaron dichos datos, quizá no está en el mejor interés de quienes son responsables de los bosques (el gobierno para el caso de nuestro país), o tal vez la infraestructura junto a el casi nulo personal destinado a los cargos del sector forestal (los 57 empleados) no pueden de manera alguna dar respuesta a las preguntas del informe de la FAO por simples que estas parezcan.

Han pasado 2 años desde la publicación de este informe, y es incierto cuánto ha cambiado la gestión en el país. Lo cierto es esto, sin bosques no hay vida y si en Venezuela no cuidamos nuestros bosques ¿Qué quedará de nuestra calidad de vida?





Fuentes: